jueves, 28 de junio de 2012

Through the big door!

"Por la puerta grande" es una expresión que se usa sobretodo para despedidas, pero hoy me vais a dar licencia para usarla a la inversa. Entonces, para ser más concreto, diré "ha vuelto por la puerta grande". Pero ¿quien? Pues poniéndome un poco más cañero de lo habitual, dejando un poco el rock clásico o el blues que suelo tantear aquí, os diré que ha vuelto una de las reinas del Metal, eso si, del de la vieja escuela.

A estas alturas seguro que estáis inmersos en la más corrosiva intriga, eh? Bueno, añadiendo datos y pistas os comento que en realidad no ha vuelto ahora mismo, volvió hará unos cuatro añitos. Entonces, ¿a que viene esto? Pues a que de aquella no salió nada bueno, se dió un ostiazo tremendo y todo por no ser fiel a un estilo tan característico como el metal ochentero. La rubia cardada de la que hablo es Lita Ford.

Lita Ford - Living like a Runaway (2012)


Bueno, no tengo muy claro (al no ser de mi generación) cual será el, por así decirlo, indice de popularidad de la nena por estas tierras, ni si su impacto en el metal fue el suficiente como para dedicarle esto. Lo que tengo claro es que a día de hoy esta rockera añeja me ha traído sonidos que no se escuchan en un disco nuevo muy a menudo. Además de esto, tengo que confesar que la capacidad de corregir tus errores es algo que siempre me ha parecido meritorio, y como total, esto es gratis, puedo echarle un rato a la señora.

La superación de errores esta directamente relacionada con ese falso retorno en 2008. La historia es la siguiente. La mujer estaba aburrida en casa (y probablemente pelada de cuartos) y se propuso volver a darle a la seis cuerdas. Según ella misma dijo en principio "tenia ganas de rockear a tope y por eso este disco es mucho más heavy que lo que hacía en los 80". Con esas declaraciones quiso escapar de la realidad, mucho más cercana a "mi productora dice que ahora se venden más los grupos más pesado y brutos que en los 80". Bueno, como pudo comprobar, la productora igual no mentía, pero el que quiere oír algo así se compra un disco de un grupo actual que lo haga. ¿Que pasó? Pues lo obvio, que se pego la ostia, porque los que se compraron el disco querían oír metal de los 80s. 

Un poco escaldada y bastante escarmentada, la ex Runaway dijo que "la gente quiere oir algo más Lita Ford que esto y se lo voy a dar". El resultado, como no puede ser de otra forma cuando eres fiel a tu estilo, es un disco cojonudo. Este ni defrauda, ni engaña. Es solo un disco de metal estadounidense como los de mediados de los 80. Luego ya te puede gustar o no, pero es lo que es y sólo por esto ya se merece que le dedique algo de tiempo.

A los que disfrutéis de este género, os lo recomiendo mucho. A los que no, la próxima entrada será sobre un bluesman que ha hecho suyo el estilo pre-guerra mundial, estaros atentos ;)


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